La alianza global de la sociedad civil CIVICUS se solidariza con el pueblo ucraniano y pide una respuesta internacional rápida, unificada y dirigida a Rusia.
La invasión de Rusia en Ucrania en la madrugada del 24 de febrero ha tenido como objetivo varias ciudades, entre ellas la capital, Kiev, al igual que Kharkiv y Odessa. Esta invasión representa una grave violación del derecho internacional, tiene innumerables implicaciones para los derechos humanos y amenaza con debilitar el orden internacional. La comunidad internacional debe condenar la agresión de Rusia con la mayor firmeza posible e insistir en el cumplimiento de las normas internacionales.
Se necesita una respuesta internacional coordinada y rápida
Los ataques contra Ucrania son injustificados y deben recibir una rápida respuesta de la comunidad internacional. Esta respuesta debe incluir sanciones específicas contra el presidente Putin y sus asociados.
La comunidad internacional debe unirse y condenar la agresión de Rusia en los términos más enérgicos posibles, ya que el flagrante desprecio de Putin por las normas internacionales socava la seguridad de todas las naciones. Ante estos ataques injustificados, los Estados deben cesar toda actividad comercial que beneficie a la infraestructura militar rusa y a los asociados del Presidente Putin.
Los Estados europeos, en particular los 27 miembros de la Unión Europea y otros países como el Reino Unido, deben actuar de forma unificada y concertada y mostrar su solidaridad con el pueblo ucraniano.
Los países de la UE también tienen la responsabilidad de aceptar y respetar los derechos de las personas refugiadas que pueden verse obligadas a huir de Ucrania en los próximos días y meses. Es necesario que respondan con empatía y compasión.
"El ataque contra Ucrania no responde a ninguna provocación. Constituye un crimen de agresión según el derecho internacional y una grave violación de la integridad territorial de un país independiente. La comunidad internacional está siendo puesta a prueba: debe movilizarse en apoyo del pueblo ucraniano frente a la invasión de fuerzas militares rusas hostiles controladas por el presidente Putin. Es esencial que la sociedad civil participe en la resolución del conflicto y en los esfuerzos humanitarios y de consolidación de la paz desde el principio, para evitar una mayor pérdida de vidas y poner fin a la invasión lo antes posible", declaró Susan Wilding, directora de la oficina de CIVICUS en Ginebra.
El desprecio de Putin por el derecho internacional y las Naciones Unidas
Estos actos de agresión sin sentido contra Ucrania demuestran la falta de respeto de Rusia por la diplomacia y su total desprecio por el derecho internacional. Como muestra de este desprecio, Rusia ordenó los ataques a Ucrania mientras el Consejo de Seguridad celebraba una sesión de emergencia, presidida por Rusia en el marco de su presidencia rotatoria del Consejo. La importancia de estos ataques es clara: Rusia tiene poca consideración por las instituciones creadas para promover la paz mundial.
A pesar de haberse reunido varios jefes de Estado y de gobierno con el presidente Putin y de los llamamientos para rebajar las crecientes tensiones, Rusia emprendió su invasión. La condición de Rusia como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU significa que el Consejo de Seguridad puede hacer poco para responder a esta agresión. Dicha circunstancia debería acelerar la reforma del Consejo de Seguridad.
Rusia se esfuerza por someter a sus vecinos a un estricto control
Los ataques contra Ucrania fueron precedidos por diversos actos de provocación, como el reconocimiento de dos zonas separatistas controladas por Rusia en Ucrania, Donetsk y Luhansk, y el despliegue de tropas rusas en estas áreas. Estas acciones demuestran que Putin pretende mantener una esfera de influencia similar a la de la Guerra Fría en torno a las fronteras de Rusia. El presidente ruso intervino de forma contundente para apoyar a un dictador elegido de forma fraudulenta en Bielorrusia, y a cambio las tropas se trasladaron de Bielorrusia a Ucrania. En enero, las tropas rusas se desplegaron para reprimir un movimiento de protesta por el cambio político y económico en Kazajistán.
Es necesario proteger a las personas que defienden los derechos humanos, a los periodistas y a la población civil
La protección de las personas que defienden los derechos humanos, los periodistas y los activistas debe ser una prioridad, de acuerdo con el derecho internacional. Durante la anterior invasión rusa de Ucrania en 2014, muchos periodistas murieron en acto de servicio y otros fueron tomados como rehenes. Las personas que defienden los derechos humanos y los periodistas tienen la responsabilidad de documentar las violaciones de los derechos humanos, una función que es esencial para que la comunidad internacional pueda exigir a los autores que rindan cuentas de sus actos. En una carta dirigida al Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, días antes de la invasión rusa, Estados Unidos expresó su profunda preocupación por los informes según los cuales Rusia había creado listas de personas, entre las que se encontraban periodistas, activistas y miembros de grupos minoritarios, a los que planeaba matar o enviar a campos. Todas las partes del conflicto tienen la responsabilidad de proteger a quienes defienden los derechos humanos, a periodistas y a civiles, y de garantizar la libre circulación de la ayuda humanitaria cuando sea necesario.
El CIVICUS Monitor, una plataforma en línea que rastrea las amenazas a la sociedad civil en países de todo el mundo, considera que el espacio cívico, es decir, el espacio para la sociedad civil, es represivo en Rusia.