CONVIÉRTETE EN MI TESTIGO
¿Te imaginas estar en la cárcel por decir lo que piensas, o por defender lo que crees?
Ahora mismo, en este momento, cientos de personas (padres, madres, hijos e hijas) se encuentran en prisión, siendo acosadas y perseguidas por defender sus derechos: por la libertad de prensa, por la protección del medio ambiente, por la igualdad, o por un gobierno que les escuche.
Estas/os defensores de los derechos humanos te piden que seas su testigo: #StandAsMyWitness
Súmate a la iniciativa. Participa en la acción #StandAsMyWitness y pide su liberación.
Seamos sus testigos, para evitar que queden aislados.
Por qué deberías convertirte en mi testigo
Narges Mohammadi
Irán
Soy abogada de derechos humanos en Irán y he realizado una amplia labor de protección y defensa de los derechos de las mujeres, de los niños y de las personas defensoras de los derechos humanos en Irán. Ya había sido detenida previamente, el 4 de septiembre de 2010, cuando representaba a Zahra Bahrami, una ciudadana holandesa-iraní acusada de delitos contra la seguridad. Me acusaron de difundir propaganda y de conspirar contra la seguridad del Estado. El 9 de enero de 2011, fui condenada a 11 años de prisión y fui excarcelada el 18 de septiembre de 2013, unos días antes de que el presidente iraní interviniera en las Naciones Unidas.
Fui detenida de nuevo el 13 de junio de 2018 y condenada a una pena combinada de 38 años de prisión por siete cargos: reunión y conspiración contra la seguridad nacional; propaganda contra el Estado; pertenencia al Centro de Defensores de los Derechos Humanos, al grupo Legam (contra la pena capital) y al Consejo Nacional de la Paz; incitación a la corrupción y a la prostitución; comparecencia en el poder judicial sin hiyab islámico; perturbación de la paz y el orden públicos, y publicación de falsedades con el propósito de perturbar la opinión pública. Llevo desde octubre de 2020 detenida en la prisión de Qarchak, que está masificada y tiene graves problemas sanitarios y estructurales. La falta de acceso a la atención sanitaria y la falta de alimentos nutritivos a la que me enfrento es recurrente, lo que complica aún más mi salud, que se ha deteriorado considerablemente desde mi detención.El pasado 11 de agosto de 2020, inicié una huelga de hambre y publiqué una carta exigiendo la liberación de los presos políticos. El 17 de agosto de 2020, mi hija Mehraveh Khandan, de 20 años, fue detenida y encarcelada durante varias horas para forzarme a abandonar la huelga de hambre.
Salí en libertad provisional el 7 de noviembre de 2020, ya que había entrado en contacto con el virus COVID-19, pero el 2 de diciembre de 2020 me devolvieron a la cárcel. También mi marido, Reza Khandan, ha sido perseguido por desafiar las leyes sobre el uso obligatorio del velo y ha sido condenado a seis años de prisión en un fallo que puede aplicarse en cualquier momento. El 9 de febrero de 2021, sus cuentas bancarias fueron congeladas. Mi detención, condena y los ataques a mi familia son una muestra del carácter represivo de las leyes y costumbres de Irán.
El CIVICUS Monitor califica el espacio cívico de Irán como “Cerrado”
Pide mi liberación en la sección ACTÚA en la parte inferior.
Eswatini
Somos diputados de la última monarquía absoluta de África, Eswatini. Fuimos detenidos en la noche del 25 de julio de 2021, durante la oleada de protestas que reclamaban reformas políticas.
Fuimos detenidos en medio de una ola de intensas protestas que se extendieron por toda nuestra nación, en las que se pedían reformas políticas que se esperaban desde hacía mucho tiempo. El detonante de estas manifestaciones en favor de la democracia y contra la policía fue el trágico e inexplicable fallecimiento de Thabani Nkomonye, estudiante de Derecho de 25 años, presuntamente a manos de las mismas autoridades que debían proteger a nuestro pueblo. Como respuesta, las protestas públicas se multiplicaron y más de 1.000 personas, entre ellas nosotros, fueron detenidas. El gobierno respondió con mano de hierro, tratando de acallar las voces que pedían un cambio.
Las ansias de cambio fueron in crescendo hasta desembocar en lo que se ha dado en llamar la "revolución de invierno". Los periodistas fueron blanco de ataques y las calles se convirtieron en campos de batalla, mientras los ciudadanos que exigían reformas gubernamentales y monárquicas se enfrentaban a las fuerzas del orden. En medio de esta agitación, nos encontramos encarcelados durante casi dos años, de forma arbitraria e injusta.
El 1 de junio de 2023, nos enfrentamos a un juicio y un veredicto profundamente irregulares. Nos acusaron de "terrorismo, sedición y asesinato", cargos que negamos rotundamente, y ahora nos enfrentamos a la posibilidad de pasar más de dos décadas entre rejas. ¿Nuestro delito? Representar a nuestros votantes y atrevernos a defender reformas políticas y de derechos humanos fundamentales en nuestro país. El hecho de reclamar la revisión de un intrincado sistema electoral que ahoga a la oposición nos ha colocado en esta precaria situación.
Durante el tiempo que hemos permanecido detenidos, hemos soportado condiciones deplorables, malos tratos físicos y privación de derechos esenciales. Se nos ha denegado el acceso a representación legal y atención médica, despojándonos de nuestra humanidad básica.
Nos encontramos encarcelados en condiciones que desafían la dignidad humana, enfrentándonos a un futuro cargado de incertidumbre. En nuestra petición de justicia, les rogamos que sean testigos de nuestro calvario. Les instamos a que se movilicen en favor de nuestra liberación, a que amplifiquen nuestra petición de justicia y a que llamen la atención sobre la difícil situación de nuestros conciudadanos.
El CIVICUS Monitor califica el espacio cívico de Eswatini como “Represivo”
Pide nuestra liberación en la sección ACTÚA de la parte inferior.
Tayikistán
Soy abogado independiente especializado en derechos humanos y resido en Tayikistán. Mi andadura en el campo del derecho comenzó cuando trabajé como investigador en el Departamento de Asuntos Internos de Dushanbe durante mis primeros años. Tras licenciarme en Derecho en 1997, dediqué casi una década a trabajar como asesor jurídico en la oficina de asistencia jurídica del distrito de Shohmansur de Dushanbe, defendiendo la justicia y la equidad.
En septiembre de 2015, mi vida dio un giro drástico. Fui detenido y sometido a una campaña de persecución selectiva. ¿El motivo? Mi compromiso inquebrantable de representar a clientes marginados políticamente, incluidos miembros del partido ilegalizado de la oposición, el Partido del Renacimiento Islámico de Tayikistán (IRPT, por sus siglas en inglés). Mi labor de defensa se extendió también a la denuncia de las presuntas torturas sufridas por uno de mis clientes durante su detención preventiva. A pesar de la persistente presión del gobierno para que abandonara estos casos, me mantuve firme en mi búsqueda de justicia. Fue esta determinación la que condujo a mi detención, por cargos de falsificación, fraude, incitación a la hostilidad y extremismo.
El juicio posterior, viciado por graves irregularidades y celebrado a puerta cerrada, no cumplió las normas de imparcialidad defendidas por la comunidad internacional. En octubre de 2016 me condenaron a 23 años de prisión. Sorprendentemente, mi condena aumentó a 28 años como consecuencia de nuevos cargos por motivos políticos presentados contra mí. No fue hasta octubre de 2019 cuando mi condena se redujo en seis años, debido a una amnistía masiva iniciada por el gobierno.
A lo largo de mi tiempo en prisión, he sufrido horrores indescriptibles. Casos de tortura y malos tratos, como palizas graves que requirieron hospitalización, han puesto a prueba mi resistencia. Además, he sido sometido a periodos de aislamiento, que creo firmemente que han sido una represalia por mis esfuerzos por denunciar los malos tratos infligidos a otros presos. La comunidad internacional tomó nota, y el Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria emitió un dictamen rotundo en mayo de 2019, afirmando que mi detención es tanto arbitraria como una grave violación del derecho internacional de los derechos humanos.
El 10 de julio de 2023, el tribunal de la ciudad de Vahdat me impuso una condena adicional de 10 años que se sumó a la que ya tenía, acusándome esta vez de fraude a gran escala. El juicio se celebró en secreto, sin presencia de representación letrada. La decisión del tribunal ordenaba que los dos primeros años de esta nueva condena se cumplieran en una prisión de régimen cerrado, seguidos de ocho años en una prisión situada en la región de Yavan.
Con el fin de difundir mi injusta situación, mi familia ha creado una fundación en mi nombre. La situación sigue siendo desalentadora, ya que en marzo de 2023 Tayikistán fue rebajado a la categoría de "cerrado" en el CIVICUS Monitor.
Te ruego que seas testigo de mi suplicio y te sumes a la petición de mi liberación. Vuestro apoyo puede suponer una diferencia decisiva.
Participa en la sección "ACTÚA" que aparece más abajo para contribuir a la búsqueda de justicia.
Floriane Irangabiye
Burundi
Soy Floriane Irangabiye y mi trayectoria como periodista radiofónica está marcada por la esperanza y la pasión. En 2019, junto con otros jóvenes entusiastas, cofundé "IGICANIRO", nuestra emisora de radio en línea. Nuestra misión era simple pero profunda: dar voz a quienes a menudo no son escuchados en Burundi, incluidos políticos, exiliados y defensores de los derechos humanos, permitiéndoles compartir sus opiniones e historias. También abordamos importantes cuestiones políticas y culturales en nuestros programas.
El 30 de agosto de 2022 mi vida dio un giro. Regresé a mi tierra natal, Bujumbura, para despedirme de un familiar muy querido y, lo que debería haber sido un momento de reflexión y duelo, se convirtió en un día marcado por la detención arbitraria a manos de oficiales de los servicios de inteligencia de Burundi.
Ahora que estoy sentada en una celda, cumpliendo una condena de 10 años por atreverme a criticar al gobierno, me siento abrumada por la injusticia que me rodea. El 2 de enero de 2023, el Tribunal Superior de Mukaza, en Bujumbura, emitió un veredicto demoledor, acusándome de poner en peligro la integridad de nuestra nación. El juicio fue muy deficiente ya que el fiscal no pudo aportar pruebas creíbles.
El tribunal reconoció el carácter ilícito de mi interrogatorio inicial, que se celebró infringiendo la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Se produjo sin asistencia letrada y nunca se me informó de mi derecho a guardar silencio. Sin embargo, sorprendentemente, esta violación no anuló el procedimiento.
En este contexto desolador e implacable, mi salud, que ya estaba deteriorada por una enfermedad crónica, ha empeorado aún más durante mi estancia en la prisión de Muyinga.
Mi encarcelamiento es un recordatorio doloroso de que la represión contra quienes se atreven a cuestionar al gobierno de Burundi dista mucho de haber terminado. Aquí, la libertad de prensa sigue estando reprimida, lo que obliga a los medios de comunicación y a los periodistas a autocensurarse sobre cuestiones nacionales y políticas críticas. La disidencia no se tolera, se reprime sin piedad.
La calificación del espacio cívico de Burundi como "Represivo" en el CIVICUS Monitor subraya las profundas sombras que se ciernen sobre nuestra nación. Mi historia no es sólo la de una periodista; es un testimonio contundente de los sacrificios que se hacen por la búsqueda de la verdad y la justicia en un país donde ambas son cada vez más difíciles de alcanzar.
Sé mi testigo y pide mi liberación.
Emiratos Árabes Unidos
CIVICUS Monitor califica el espacio cívico de los Emiratos Árabes Unidos como cerrado.
Bahréin
Como ex presidente del “Bahrain Centre for Human Rights” y cofundador del “Gulf Centre for Human Rights”, he pasado mi vida defendiendo la democracia y la libertad. Ahora estoy encerrado: mi labor de defensa pacífica me ha llevado a la cárcel.
En febrero de 2011 se multiplicaron en Bahréin las protestas a favor de la democracia, empezando por la capital, Manama. Muchas de las manifestaciones fueron brutalmente reprimidas por las autoridades, casi 100 personas fallecieron y miles fueron detenidas, yo fui uno de los detenidos.
Formé parte de los "Bahrain 13", un grupo de destacados activistas y líderes de la oposición detenidos tras reclamar derechos civiles y políticos durante el levantamiento popular de 2011. El 22 de junio de 2011, un tribunal bahreiní me condenó a cadena perpetua bajo cargos falsos en un juicio que muchas personas han considerado injusto.
La tortura, los abusos físicos y sexuales o el aislamiento, son algunas de las formas de castigo que las autoridades han empleado durante mi estancia en prisión. El personal de seguridad ha llegado a amenazar sexualmente a mi mujer y a mi hija, pero los responsables de mis abusos nunca han rendido cuentas. He hecho repetidas huelgas de hambre para protestar por mi detención y las condiciones que me obligan a soportar. Mi salud se está deteriorando y el entorno de la prisión me hace correr el riesgo de contraer el COVID-19.
En 2021 cumpliré una década de encarcelamiento.
Y el 5 de abril de 2021 cumpliré 60 años en prisión, separado de mi familia y amigos.
No quiero pasar otra década encarcelado, así que te pido que te conviertas en mi testigo. Utiliza tu voz.
El espacio cívico de Bahréin está clasificado como “cerrado” por el CIVICUS Monitor.
Conviértete en mi testigo y pide mi liberación a través de la sección ACTÚA.
Tayikistán
Soy abogado de derechos humanos, defensor contra las injusticias y Director de la Asociación de Abogados de Pamir (LAP), una de las pocas organizaciones de la sociedad civil en la Región Autónoma de Gorno-Badajshan (GBAO) que defiende los derechos humanos. También soy miembro de varias plataformas que defienden los derechos humanos, como la Coalición de la Sociedad Civil contra la Tortura y la Impunidad, el Consejo Público para la Reforma Policial y la Coalición por el Derecho a la Vivienda, Kholiqnazarov.
El 9 de diciembre de 2022, el Tribunal Supremo de Tayikistán me declaró culpable de participar en una organización criminal y en las actividades de una organización prohibida, y me condenó a 16 años de prisión. Fui detenido inicialmente el 28 de mayo de 2022 y mi juicio comenzó el 20 de septiembre del mismo año. Permanecí recluido a puerta cerrada en un centro de detención del Comité Estatal para la Seguridad Nacional (SCNS) en Dusanbé.
Fui detenido por mi participación en las actividades de la "Comisión 44", una comisión formada por representantes de la sociedad civil y por cuerpos y fuerzas de seguridad encargada de investigar los acontecimientos que rodearon las protestas de noviembre de 2021 por la ejecución extrajudicial de un joven, Gulbiddin Ziyobekov. Formé parte del equipo de investigación conjunta, liderado por la Fiscalía General. También trabajé con víctimas del uso indiscriminado de armas de fuego por parte de las fuerzas de seguridad durante las protestas.
En mayo de 2022 hubo una nueva represión de las protestas en los distritos de Khorog y Rushan (GBAO). Fui detenido junto con una docena de miembros de la "Comisión 44" y acusado de participar en una asociación criminal y de hacer un llamamiento público pidiendo un cambio violento del orden constitucional.
El 21 de octubre de 2022, el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los Defensores de los Derechos Humanos envió una comunicación al gobierno de Tayikistán en la que expresaba su preocupación por mi presunta detención arbitraria y la de mis colegas.
A pesar de todos los recursos presentados, fui condenado a 16 años de prisión el 9 de diciembre de 2022.
Desde marzo de 2023, el CIVICUS Monitor califica el espacio cívico de Tayikistán como "Cerrado".
Pide mi liberación en la sección ACTÚA, más abajo.
Bielorrusia
Somos miembros del Centro de Derechos Humanos Viasna (Viasna), una organización defensora de los derechos humanos con sede en Bielorrusia. Esta es nuestra situación:
Ales Bialiatski, presidente de Viasna. Me detuvieron el 14 de julio de 2021 y me acusaron de «evasión fiscal» cuando, en realidad, era por haber ayudado a las víctimas de la represión política. Si me declaran culpable, me podrían condenar a siete años de prisión.
Valiantsin Stefanovich, miembro de la Junta Directiva de Viasna y vicepresidente de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH). Me detuvieron el 14 de julio de 2021 y estoy en prisión preventiva desde entonces. Me acusaron de «evasión fiscal» y de «preparación o participación activa en acciones que atentan contra el orden público». Estas acusaciones parecen ser una represalia del Gobierno por mis numerosos años de trabajo a favor de los derechos humanos.
Uladzimir Labkovich, abogado de Viasna y codirigente de la iniciativa para la observación electoral Human Rights Defenders for Free Elections. Me detuvieron junto con mi esposa el 14 de julio de 2021, después de que registraran nuestro apartamento, y luego me pusieron en prisión preventiva, a la espera de un juicio con motivaciones políticas. Me acusan de «evasión fiscal» y de «preparación o participación activa en acciones que atentan contra el orden público». Si me declaran culpable, me podrían condenar a siete años de prisión.
Marfa Rabkova, coordinadora de la red de voluntarios de Viasna. Me detuvieron el 17 de septiembre de 2020 y estoy en prisión preventiva desde entonces. Me acusan de once «crímenes», entre ellos, «formación y preparación de personas para que participen en disturbios multitudinarios», «incitación en grupo a la discordia o al odio racial, social, nacional, religioso o de otro tipo» y «pertenencia a una organización delictiva». Me podrían condenar a veinte años de prisión.
Andrei Chapiuk, voluntario de Viasna en Minsk. Me detuvieron el 2 de octubre de 2020 y me acusaron de «participación en disturbios multitudinarios». Me podrían condenar a siete años de prisión.
Leanid Sudalenka, director de la sucursal de Viasna en Homieĺ. Me detuvieron el 18 de enero de 2021 de camino a la oficina. Mi «delito» fue haber ofrecido asistencia jurídica a decenas de habitantes de la región de Homieĺ que habían sido detenidos y acusados por su participación en las manifestaciones que se produjeron después de las elecciones. El 3 de noviembre de 2021 me condenaron a tres años de prisión.
Tatsiana Lasitsa, voluntaria de la sucursal de Viasna en Homieĺ. Me detuvieron el 12 de enero de 2021 y me acusaron de «organización o participación en acciones en grupo que atentan contra el orden público». El 3 de noviembre de 2021 me condenaron a dos años y medio de prisión.
En Bielorrusia, el Gobierno silencia de forma sistemática las voces de la sociedad civil. El 16 de febrero de 2021, agentes del orden allanaron las oficinas de Viasna en Minsk, Homieĺ, Mahilioŭ, Viciebsk, Brest y en otras ciudades, y abrieron una investigación penal sobre las actividades de Viasna.
Bielorrusia figura en la Lista de Vigilancia de CIVICUS como un Estado que suscita serias preocupaciones en cuanto al ejercicio de las libertades cívicas.
Asimismo, el CIVICUS Monitor califica el espacio cívico de Bielorrusia como cerrado.
Pida nuestra liberación desde la sección ACTÚA que encontrará más abajo.
México
Soy Kenia Hernández, coordinadora del Colectivo Zapata Vive, un movimiento campesino que defiende los derechos a la tierra, la identidad colectiva y promueve diferentes formas de resistencia pacífica frente a los modelos de desarrollo desfavorables impuestos por el Estado mexicano. También lidero el Movimiento Nacional por la Libertad de los Presos Políticos.
En varias ocasiones he sido objeto de acoso a causa de mi trabajo como defensora de los derechos humanos. El 18 de octubre de 2020 fui detenida arbitrariamente por agentes de policía no identificados en una caseta de peaje de la autopista Amozoc, en el estado de Puebla. Posteriormente, fui trasladada a prisión, enfrentándome a cargos infundados de «robo con violencia».
El 19 de febrero de 2021, el Juzgado Penal de Primera Instancia del Distrito Judicial de Almoloya de Juárez, estado de México, me condenó a diez años y seis meses de prisión bajo cargos infundados de «robo con violencia».
Mi salud se ha deteriorado considerablemente debido a las condiciones insalubres a las que estoy sometida en la prisión de máxima seguridad Centro Federal de Readaptación Social Femenil (CEFERESO) Núm. 16 en el municipio de Coatlán, en el estado de Morelos, donde estoy detenida desde octubre del 2020.
La detención de defensores de derechos humanos y líderes políticos en México es un claro ejemplo de un sistema que genera miedo y abusa del poder con impunidad.
El CIVICUS Monitor califica el espacio cívico de México como “represivo”.
Pide mi liberación en la sección ACTÚA más abajo.
Egipto
Soy abogada de derechos humanos de Egipto. He formado parte del Consejo Nacional de Derechos Humanos de Egipto y, de 2012 a 2013, también fui miembro del parlamento egipcio. He ocupado otros cargos, entre ellos el de portavoz de la Coalición Revolucionaria de Mujeres de Egipto, un grupo islamista que se opuso a la destitución del expresidente Mohamed Morsi. Asimismo, he representado a Egipto en convenciones y declaraciones internacionales sobre los derechos de las mujeres y los niños.
El 1 de noviembre de 2018, a la 1:30 a. m., irrumpieron en mi casa en Nasr City, en El Cairo, fuerzas de seguridad del Estado no identificadas que me vendaron los ojos y me metieron en su vehículo. Posteriormente, los oficiales se identificaron como miembros de los cuerpos de seguridad del Estado. Sin embargo, nunca me mostraron una orden de arresto ni me dijeron el motivo de mi detención. Tras detenerme, las fuerzas de seguridad registraron mi casa, destruyendo varias posesiones familiares.
La Fiscalía Suprema de la Seguridad del Estado (SSSP) me acusó de adhesión y financiación de una organización terrorista, así como de incitación a perjudicar la economía nacional, en virtud de la ley antiterrorista y el código penal de Egipto. La SSSP no ha presentado testigos ni pruebas que demuestren los presuntos cargos alegados. Ni mi abogado ni yo tenemos acceso a los documentos legales oficiales relativos al caso. El Estado utiliza esta estrategia para privar a los defensores de los derechos humanos acusados en prisión preventiva de su derecho a ser informados de los cargos que se les imputan y de sus derechos en virtud de la Constitución egipcia y de otras disposiciones legales internacionales.
El 5 de marzo de 2023, fui declarada culpable de todos los cargos y condenada a cinco años de prisión y otros cinco años de libertad condicional supervisada en los que tendría que pasar todas las noches en comisaría.
La detención de personas defensoras de los derechos humanos en Egipto es un claro ejemplo de un sistema creado para reprimir las voces críticas en el país.
El CIVICUS Monitor califica el espacio cívico de Egipto como “cerrado”.
Pide mi liberación en la sección ACTÚA más abajo.
India
Soy Khurram Parvez, defensor de los derechos humanos cachemir. Actualmente, soy coordinador de programas de la Coalición de la Sociedad Civil de Jammu y Cachemira (JKCCS) y presidente de la Federación Asiática contra la Desaparición Involuntaria (AFAD). Estas organizaciones han estado documentando graves violaciones de los derechos humanos durante dos décadas, como desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales, en la región de Jammu y Cachemira administrada por la India.
Debido a mi trabajo como defensor de los derechos humanos, me he enfrentado a ataques sistemáticos y he sufrido intimidación. En 2016, las autoridades indias me detuvieron un día después de que se me prohibiera viajar a Suiza para asistir al 33° período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Fui acusado en virtud de la Ley de Seguridad Pública de Jammu y Cachemira (PSA), que permite la detención sin cargos durante un máximo de dos años. Quedé en libertad tras 76 días de detención.
El 22 de noviembre de 2021, fui detenido por la Agencia Nacional de Investigación (NIA) por cargos relacionados con la conspiración y el terrorismo, en virtud de la Ley de Prevención de Actividades Ilícitas de 1967 (UAPA), una ley antiterrorista, que incluye las secciones 17 (recaudación de fondos para actos terroristas), 18 (conspiración), 18B (reclutamiento de cualquier persona o personas para actos terroristas), 38 (delitos relacionados con la pertenencia a una organización terrorista) y 40 (recaudación de fondos para una organización terrorista).
Expertos de las Naciones Unidas han expresado su preocupación por la UAPA, que ha sido utilizada habitualmente por el gobierno para detener a personas defensoras de los derechos humanos. Las personas detenidas en virtud de la ley permanecen en prisión preventiva durante largos periodos.
La India figura en la lista de vigilancia de CIVICUS como un estado con un grave deterioro del espacio cívico y las libertades.El CIVICUS Monitor califica el espacio cívico de la India como represivo.
Exige mi liberación en el apartado ACTÚA que aparece a continuaciónArgelia
Me llamo Kamira Nait Sid, soy una mujer amazig de Argelia y una firme defensora de la lengua, la cultura y la identidad amazig. Desempeñé mi labor reivindicativa desde la Asociación de Mujeres de Cabilia, donde también planteé cuestiones fundamentales sobre los derechos de las mujeres.
Como mujer indígena amazig y copresidenta del Congreso Mundial Amazig, he sido víctima del acoso de las autoridades argelinas y me han detenido y encarcelado en varias ocasiones durante breves periodos de tiempo. Además, cuando viajo al extranjero desde el aeropuerto de Argel, a menudo me someten a registros e interrogatorios.
El 24 de agosto de 2021, en el norte de Argelia, hombres no identificados me secuestraron durante varios días antes de que informaran a mis amigos, familiares, compañeros y abogados de que me hallaba bajo custodia policial.
Me acusan de pertenecer al Movimiento Separatista Cabileño (MAK, por sus siglas en francés). El 1 de septiembre de 2021, un juez instructor del Tribunal de Sidi M'hamed de Argel ordenó mi ingreso en prisión de forma provisional. Me han llevado a juicio en virtud del artículo 87 del Código Penal, que considera como terrorista o sabotaje todo acto que atente contra la seguridad del Estado, la integridad territorial, la estabilidad y el normal funcionamiento de las instituciones.
La detención de defensores de los derechos humanos en Argelia es un elemento revelador que demuestra la existencia de un sistema que reprime las voces críticas en el país.
El CIVICUS Monitor califica el espacio cívico de Argelia como represivo.
Pida mi liberación desde la sección ACTÚA que encontrará más abajo.
Hong Kong
Soy abogada y defensora de los derechos humanos de la mujer (DDHM) de Hong Kong. He abogado por la protección y promoción de los derechos laborales y de las personas defensoras de los derechos humanos perseguidas en la China continental. Fui vicepresidenta de la ahora desaparecida Alianza de Hong Kong en Apoyo a los Movimientos Patrióticos y Democráticos de China (la Alianza de Hong Kong o HKA, por sus siglas en inglés ), un grupo de incidencia de base formado en 1989 en Hong Kong para hacer campaña por la liberación de los presos políticos y las reformas democráticas en China, así como por la rendición de cuentas por las ejecuciones extrajudiciales y demás violaciones cometidas por las autoridades chinas durante la represión letal de las protestas prodemocráticas en Tiananmén, Pekín, en junio de 1989. Como abogada en Hong Kong, también presté asistencia jurídica a los activistas y manifestantes pacíficos que fueron objeto de acciones policiales y judiciales por participar en actividades prodemocráticas.
El 4 de junio de 2021 fui detenida y arrestada por publicar en redes sociales dos peticiones para que los lectores se unieran a la vigilia pacífica anual celebrada en conmemoración de la masacre de civiles y manifestantes de la plaza de Tiananmén de 1989 en Pekín. Durante dos años consecutivos, bajo el pretexto de combatir la COVID-19, las autoridades prohibieron la vigilia.
El 13 de diciembre de 2021, el Tribunal de Distrito de Wan Chai me condenó a 12 meses de prisión, en virtud de la Ordenanza de Orden Público, por «participar e incitar a participar en la vigilia de Tiananmén de 2020». Más tarde, el 4 de enero de 2022, el Tribunal de Primera Instancia del distrito de Kowloon oeste, basándose en mis publicaciones en redes sociales en 2021, me acusó de «incitar a otros a participar en una reunión ilegal» y me condenó a 15 meses de prisión, cinco de los cuales a cumplir concurrentemente. Por tanto, pasaré un total de 22 meses entre rejas.
Asimismo, sigo enfrentándome a cargos de septiembre de 2021 por «incitar a la subversión del poder estatal» , junto con otros dos miembros de la HKA. La acusación afirma que somos sospechosos de incitar a otros a subvertir el régimen chino en Hong Kong entre el 1 de julio de 2020 y el 8 de septiembre de 2021. Además, otros cuatro miembros del comité ejecutivo de la HKA y yo fuimos acusados de «no cumplir con la obligación de información en virtud del artículo 43 de la ley de seguridad nacional de Hong Kong», cuando la policía acusó a nuestra organización de estar respaldada por «agentes extranjeros» y exigió que les proporcionáramos información para la investigación policial.
El Monitor CIVICUS califica el espacio cívico de Hong Kong como reprimido.
Pide mi liberación en la sección ACTÚA más abajo.
José Rubén Zamora
Guatemala
Me llamo José Rubén Zamora Marroquín. Me detuvieron en Guatemala por mi trabajo como periodista al denunciar la corrupción del gobierno. Todo empezó con una redada en mi casa el 29 de julio de 2022. Me detuvieron acusado de blanqueo de dinero, tráfico de influencias y chantaje, basándose en una única denuncia presentada por un antiguo banquero que a su vez estaba siendo investigado por delitos financieros. Hasta ahora, la Fiscalía General ha abierto otros dos procesos judiciales contra mí.
Desde entonces, llevo más de 18 meses de detención arbitraria. Dicen que podría influenciar a algunos testigos debido a mi posición en elPeriódico, el periódico que fundé. Pero eso no es más que una excusa para silenciarme. Me han recluido en régimen de aislamiento, en condiciones muy duras, y han obligado a cerrar el periódico que dirigía.
En todo momento se han puesto trabas a mi defensa. Mis abogados sufrieron acoso y tuve que cambiar de abogado varias veces. Algunos fueron procesados y encarcelados por el simple hecho de representarme. El tribunal rechazó testigos y pruebas cruciales que podían demostrar mi inocencia, en cambio aceptó todo que presentó la acusación.
A pesar de todo, fui declarado culpable de blanqueo de capitales y condenado a seis años de prisión. Sin embargo, en octubre de 2023, el Tribunal de Apelaciones anuló mi condena y reabrió el caso para que se celebrara un nuevo juicio. Aun así, sigo en prisión preventiva, a la espera de que se haga justicia.
Hago un llamamiento a la solidaridad y exijo mi puesta en libertad. Las autoridades intentan silenciarme por denunciar la corrupción. Pero no me silenciarán. Y no dejaré de luchar por la libertad de prensa y la justicia en Guatemala.
ACTÚA
Tus acciones marcan la diferencia. Ninguna acción es demasiado pequeña. Ahora más que nunca, quienes defienden los derechos humanos y luchan contra la injusticia y por los derechos de los demás necesitan tu apoyo. Cada acto de solidaridad, por pequeño que sea, contribuye a impulsar este movimiento más amplio en favor de la justicia y la libertad.
Qué puedes hacer tú:
1. Actúa en las redes sociales.
Utiliza este kit de redes sociales para compartir tus mensajes de solidaridad.
2. Envía un carta.
Aquí os presentamos activistas para poner la atención sobre sus casos y exigir su liberación inmediata. Échales un vistazo, elige una persona, o varias, escribe a sus respectivos gobiernos y exige su liberación:
3. Comparte con nosotros información sobre otros defensores que no hayamos contemplado en nuestro mapa interactivo.
Háblanos de ella en el siguiente enlace.
Tus actos marcan la diferencia!
El año pasado #StandAsMyWitness tuvo el orgullo de formar parte de las exitosas campañas mundiales por la liberación de:
India
Filipinas
Pakistán
Burundi
Kazajstán
Arabia Saudita
Níger
Honduras
Argelia
Nicaragua
Adilur Rahman Khan y Nasiruddin Elan
Bangladesh
Obert Masaraure
Zimbabwe
Virginia Laparra
Guatemala
Adilur Rahman Khan y Nasiruddin Elan
Bangladesh
Nasrin Sotoudeh
Iran
Leanid Sudalenka y Tatsiana Lasitsa
Bielorrusia