Falta de recursos retrasa el impacto de líderes juveniles en África

Este artículo es parte de la serie #HistoriasDeResiliencia, coordinada por CIVICUS para destacar los esfuerzos de grupos y activistas que promueven mejores prácticas de financiación y movilización de recursos valiosos para la sociedad civil.

YALFNunca ha habido tantos jóvenes en el mundo. Según las Naciones Unidas, hay 1.800 millones de personas entre las edades de 10-24 en el planeta, quienes están cada vez más involucradas en impulsar el cambio, el desarrollo y la innovación para ellos y sus comunidades. Los jóvenes también están expresando fuertemente su descontento con los gobiernos, corporaciones y otros actores en el poder que no han atendido con eficacia sus necesidades y desafíos. Pero, aunque son numerosos y audaces, los jóvenes aún carecen de recursos, reconocimiento y espacios para alcanzar su máximo potencial como agentes de cambio.

El Young African Leaders Forum (YALF; Foro de Jóvenes Líderes Africanos, en español) es un ejemplo. La idea de crear esta organización panafricana dirigida por jóvenes nació en 2010 cuando su fundador, el Prince Ifoh, estaba escribiendo su proyecto de investigación final de pregrado sobre el desarrollo africano. Él vio la necesidad de crear un espacio por y para jóvenes, donde se pudieran empoderar para participar y liderar los asuntos prioritarios para la juventud.

Curiosamente, aunque África es hogar de la población más joven del mundo ya que el 60% de su gente es menor de 25 años, la edad promedio de los líderes en este continente es de 62 años.

La idea de Ifoh era prometedora, pero como muchos otros activistas jóvenes, no tenía los recursos ni el apoyo para lanzarla. Fue hasta el 2014 que YALF arrancó como un humilde grupo de chat en WhatsApp. "En ese momento, pensar en cualquier otra cosa era un sueño", recordó Ifoh, quien trabajaba en una compañía editorial y se dedicaba al activismo luego de las horas de oficina.

Impulsado por su pasión, más tarde renunció a su trabajo, se convirtió en un activista a tiempo completo (haciendo trabajos independientes para generar dinero) e invirtió sus ahorros en la iniciativa. Con tiempo y mucho esfuerzo, YALF se convirtió en una organización que cuenta con más de 500 miembros de 20 naciones africanas.

La mayoría de los miembros de YALF son estudiantes de bajos ingresos, provenientes de áreas rurales y urbanas. Pocos miembros son profesionales y trabajan en instituciones públicas y privadas en África. La organización está gobernada por cinco funcionarios de nivel continental, incluido Ifoh como presidente, y tiene un coordinador nacional en cada país.

El trabajo de YALF incluye organizar las Cumbres Panafricanas anuales (conocidas como #YALFPAS), que brindan capacitaciones para desarrollar habilidades y formar líderes juveniles en todas las regiones de África. También publican el Young African Leaders Journal of Development (YALJOD), la primer revista en África producida por jóvenes, en la que comparten desafíos del desarrollo e ideas para atenderlos, dirigida a jóvenes y líderes políticos. También dirigen varios proyectos para promover la educación, el emprendimiento, la tecnología, la salud y el medio ambiente, que son la base de su ambiciosa iniciativa ‘Impact 5000’, lanzada en el 2018 con el objetivo de mejorar la calidad de vida y las oportunidades para 5000 mujeres, niños y jóvenes de comunidades africanas en desventaja, hasta el 2020.

Sobrevivir y crecer sin financiación estable

YALF opera con recursos limitados que provienen principalmente de apoyos en especie o patrocinios de entidades como la Unión Africana, la (EE. UU.), Hausa Television (Ghana) y la organización Fahamu Networks for Social Justice (Kenia). En el 2018, comenzaron a recaudar contribuciones de los miembros (USD 5 por persona, cada dos meses) que, por lo general, suman si acaso UD 200 por bimestre. El principal activo de YALF son sus miembros, quienes invierten su tiempo, capacidad, experiencia y dinero en estas iniciativas.

“Nos acercamos a empresas, organizaciones, al público e incluso solicitamos subvenciones de donantes más grandes, pero, cuando tenemos suerte, lo que recibimos es apoyo en especie o técnico. A menudo escuchamos que la organización es "demasiado nueva" para solicitar fondos, que deberíamos probar después de cumplir 5 años", dijo Ifoh.

A pesar de las limitaciones financieras, YALF estima haber beneficiado directa e indirectamente a más de 2.000 personas a través de sus capacitaciones para jóvenes y mujeres en temas de emprendedurismo e informática, de los patrocinios escolares para niñas e incluso ayudando directamente a las mujeres a crear un medio de vida. Por ejemplo, han ayudado a mujeres a montar una pequeña granja avícola o una peluquería que les proporcionan ingresos para sus familias. Pero Ifoh enfatiza que algunos esfuerzos son intermitentes o no progresan como desean porque no cuentan con la financiación adecuada.

Por ejemplo, tener copias impresas de las revistas YALJOD les permite llegar a los jóvenes en lugares donde el acceso a Internet es bajo (solo una sexta parte de los africanos son usuarios de Internet), así como a los estrategas políticos en los que quieren influir, quienes –resaltan Ifoh– son de mayor edad, utilizan poco la tecnología y prefieren leer publicaciones impresas. En 2016, YALF imprimió 1000 copias de la primera revista gracias a que fueron donadas por el antiguo empleador de Ifoh. Pero la edición de 2018 se publicó solo en línea porque no encontraron patrocinadores para la impresión. Ifoh imprimió solo 25 copias con sus propios ahorros.

Su iniciativa Impact 5000 también ha enfrentado barreras. Comenzaron una campaña colectiva y pública de recaudación de fondos (crowdsourcing) en un par de plataformas globales en línea, como Gofundme.org, con la meta de recaudar USD 100.000, pero no han recibido donaciones. Ifoh cree que su falta de visibilidad en el extranjero los ha afectado. Tampoco han tenido suerte con donantes grandes.

En el lado positivo, la Unión Africana los apoya para organizar un evento de lanzamiento para cada edición de YALJOD, en Adís Abeba, Etiopía, y encontraron aliados que promueven la publicación en línea incluso fuera de África, como Kennesaw States University, en Georgia, Estados Unidos. Además, YALF está convencido de lograr las metas de Impact 5000.

Ifoh cree que las entidades donantes deberían adaptar los requisitos de apoyo para las organizaciones de la sociedad civil (OSC) juveniles y promover criterios de selección más claros y públicos. Además, resalta que es necesario crear fondos semilla para las OSC juveniles y nuevas, como los que están ampliamente disponibles para las “start-ups” o empresas emergentes.

“Los donantes deben ver que muchos jóvenes y organizaciones juveniles están haciendo grandes cosas, generando un gran impacto a nivel de comunitario, en lugares donde los donantes no van o no pueden llegar, y que están aportando más de lo que tienen para lograrlo... Pero no tenemos el apoyo, los fondos, las redes y las conexiones para tener un mayor impacto ", destacó el activista. "Tienen que darle una oportunidad a los jóvenes".

YALF es miembro de CIVICUS desde el 2017. Contáctelos a través de su sitio web, página de Facebook o siga a @YalfAfrica en Twitter.

Conozca más sobre Impact 5000

La iniciativa Impact 5000 de YALF busca empoderar a 5 000 niñas, jóvenes y mujeres en África al impulsar la educación de las niñas, el desarrollo de habilidades de las mujeres, capacitaciones vocacionales, seminarios de finanzas, simposios empresariales,programas de apoyo informático y el desarrollo de PYMEs para mujeres y  jóvenes, entre otros. Mire este video para aprender más y, si desea apoyarlos, comuníquese con .