Un mensaje de la Co-secretaría general interina, Claire Nylander y Mandeep Tiwana
Estimada membresía, organizaciones asociadas y aliadas de CIVICUS
Ahora que termina este convulso 2024, nos gustaría reconocer la valentía de la sociedad civil frente a la adversidad. En Corea del Sur, la gente salió de forma masiva a las calles para protestar contra la imposición de la ley marcial, obligando a revocarla en menos de 24 horas. En Bangladesh, la acción ciudadana provocó la caída de un gobierno que llevaba mucho tiempo oprimiendo a la población. En Kenia, el gobierno tuvo que renunciar a la introducción de unos impuestos que habían generado rechazo entre la población, como consecuencia de las persistentes manifestaciones que se produjeron a pesar de la brutalidad policial. En Venezuela, el pueblo votó contra un gobierno autoritario que acabó robando las elecciones. Sin embargo, la lucha por la democracia no se detiene.
En el informe que acabamos de publicar, El poder ciudadano bajo ataque, se pone de manifiesto que, a lo largo de 2024, activistas y organizaciones de la sociedad civil no han dejado de reclamar una vida mejor para todas las personas. Son muchas las personas que se juegan la vida en defensa de la justicia. A lo largo y ancho del mundo, la gente no sólo hace frente a la opresión, sino que trata activamente de forjar un futuro en el que prevalezcan los derechos y la igualdad. Sin embargo, como demuestran los resultados más recientes de CIVICUS Monitor, casi tres cuartas partes de la población mundial vive en países donde el espacio cívico está calificado de «cerrado» o « represivo». Entre los resultados más alarmantes, los Territorios Palestinos Ocupados (TPO) representan casi el 10% de las violaciones documentadas en todo el mundo. Las acciones militares de Israel, incluidos los ataques a civiles, periodistas y trabajadores humanitarios, han provocado una disminución de la calificación del espacio cívico en los territorios ocupados, lo que subraya la gravedad de los abusos actuales, que equivalen a un genocidio. También debería preocuparnos que en Estados Unidos y en varios países europeos se hayan reprimido de forma activa las protestas de solidaridad con Palestina.
Cabe destacar que el informe también hace referencia a las victorias más significativas de la sociedad civil, como la aprobación de un proyecto de ley sobre la igualdad matrimonial en Tailandia y el hecho de que Grecia se haya convertido en el primer país cristiano ortodoxo en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Países como Japón, Jamaica y Polonia han mejorado sus calificaciones en el seguimiento de CIVICUS Monitor por sus progresos en materia de libertades civiles, incluidos los avances en los derechos de la mujer y la salud pública.
En el informe anual 2023-2024, que presentamos en la asamblea general anual de membresía de CIVICUS a principios de diciembre, destacamos nuestro papel en la defensa de las luchas por la justicia y la equidad. En él se destaca, por ejemplo, cómo a través de la campaña #StandAsMyWitness pudimos contribuir a la liberación de la fiscal guatemalteca Virginia Laparra, que se enfrentó al anterior régimen corrupto de su país. También recordamos que nuestro fondo de respuesta a las crisis concedió 29 subvenciones para apoyar las iniciativas locales de respuesta a las restricciones del espacio cívico. A lo largo del año mantuvimos nuestro compromiso con las iniciativas locales, que se materializó en el Desafío para donantes, que sirvió de inspiración para que más de 30 organizaciones se comprometieran a eliminar las barreras sistémicas a las que se enfrentan las organizaciones más pequeñas y a adoptar prácticas más inclusivas. Nuestra iniciativa Laboratorios de Liderazgo Local, que acabamos de poner en marcha, pretende desarrollar soluciones a los retos que plantea el desarrollo impulsadas por la sociedad civil y adaptadas a cada contexto.
A nivel internacional, hemos continuado dando voz a nuestra membresía, apoyando a organizaciones nacionales del Sur Global para que participen en el Consejo de Derechos Humanos y en la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, al tiempo que impulsamos una mayor participación de la sociedad civil en la gobernanza global a través de campañas como UNMute Civil Society y 1 for 8 billion. Frente a las crecientes restricciones de las libertades cívicas, el informe anual destaca nuestro compromiso con el fortalecimiento de la sociedad civil como motor para la justicia, la igualdad y la sostenibilidad.
Según nos acercamos a 2025, vemos con claridad los retos que tenemos por delante como consecuencia de las fuerzas autoritarias-populistas que se oponen a los derechos. Aunque intenten poner en peligro nuestra razón de ser, nunca nos disuadirán de nuestra misión de apoyar la acción ciudadana y la sociedad civil en todo el mundo. Nuestra visión basada en una comunidad ciudadana mundial informada, inspirada y comprometida, resuelta a afrontar los desafíos a los que se enfrenta la humanidad sigue plenamente vigente.
En solidaridad y agradecimiento,
Claire Nylander y Mandeep Tiwana